TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA Y DE LA INGESTA DE ALIMENTOS:
“Ha adelgazado un poco últimamente, no es que sea mucho pero se le nota”, “hemos encontrado envoltorios de chocolatinas y de palmeras en sus cajones, no entiendo por qué no los tira a la basura”, “cuando termina de comer va a la despensa y acaba con las magdalenas o las cosas dulces”, “cuando termina de comer se mete en el baño y se tira allí las horas muertas”, “ahora le ha dado por la infusiones y está todo el día haciendo deporte, pero ni un minuto para”, “lo hemos pillado/a de madrugada en la nevera”, “está mucho más enfadada/o, no le podemos decir nada relacionado con el peso porque se pone fuera de sí”, “siempre dice que le pongo mucha comida y le pongo la misma de siempre”, “sus amigas nos han dicho que en Internet pone fotos de chicas/os muy delgados y que están preocupadas”, “come con ansia aunque le digamos que no debe comer así, no nos hace caso”. Si crees que tu hija o tu hijo ya no mantiene una dieta sana y que sus conductas y relación con la comida bien por exceso o por defecto no son normales, es hora de ponerse a trabajar con ellos/as.
Estos trastornos se caracterizan por una alteración persistente en la alimentación o en el comportamiento relacionado con la alimentación que lleva a una alteración en el consumo o en la absorción de alimentos y que causa un deterioro significativo de la salud física o del funcionamiento psicosocial requiriendo de una atención especial y multidisciplinar.