Hemos llegado a la segunda parte del día y parte más temida por algunas madres y padres. Recordar los siguiente para empezar: los que están matriculados en el colegio o en el IES son vuestros hijos/as, no vosotros.
Vamos a hablar primero del caso de que nuestros hijos/as coman en el comedor del centro: cuando salen del comedor los niños a veces salen con hambre porque no han comido allí todo lo que debieran. Se les va a enseñar que no pueden volver a comer, ni siquiera algo para picar o matar el hambre. Lo que sí que se les puede ofrecer es un zumo natural o un yogurt o una fruta (y volvemos a hacer hincapié en la necesidad de no sobrecargar de azúcares al menor).
Cuando llegan a casa, hay que permitirles desconectar un poco de la jornada escolar.
Igualmente, los que comen en casa, también necesitan de un tiempo de desconexión.
Todas estas rutinas hay que adaptarlas a si los niños tienen actividades extraescolares durante la tarde pero como hemos dicho anteriormente, se modifican las horas, las rutinas se mantienen.
Ponemos como ejemplo esta rutina:
16:30/17:00 – Los niños se pondrán a hacer sus deberes y apuntarán qué tienen que hacer o consultarán su agenda.
Necesitarán tal vez durante un tiempo la supervisión de un adulto que será no directiva: no se les resuelve las tareas, se les anima a resolverlas. No se les grita, ni se les regaña si se atascan o no saben continuar, se les refuerza todo el rato haciendo mella en sus virtudes y evitando comentarios negativos sobre ellos o sobre sus tareas. Si el niño se atasca, se le encarga que haga otra tarea u otra actividad para que no entre en bucle y luego que vuelva para intentarlo de nuevo.
Si tenemos hijos/as que no paran quietos, les dejaremos ponerse de pie cada veinte minutos, andar por la habituación o asomarse a la ventana.
18:30 – A esa hora se merienda: la merienda puede variar durante la semana, fruta, yogurt, frutos secos, bizcocho, un pequeño bocadillo, etc.
19:00- 19:30 – Si han terminado todos los deberes, miramos a ver si su cuarto está en orden. Si no lo está, ayudamos a colocarlo: le tenemos que explicar a los niños/jóvenes en un primer momento cómo es “que el cuarto esté ordenado” y no cambiar de opinión cada día. Preparamos qué ropa nos vamos a poner mañana, preparamos nuestra mochila y nos duchamos para ponernos el pijama.
Si no hemos terminado los deberes o tenemos que hacer algún trabajo (suele suceden en chicos/as más mayores), continuamos en ello hasta las 20:00 o hasta que él o ella considere que está todo terminado y entonces a esa hora pasamos a ordenar nuestro cuarto, elegir la ropa y hacer la mochila. Y luego ducharse y ponerse el pijama.
Una vez con el pijama puesto, entonces pueden escoger qué quieren hacer: móvil, consola, ordenador, etc. Y podrán jugar durante una hora: para esta acción, se les avisará que se les va a poner una alarma que les va a indicar cuando les quede cinco minutos para desconectar. Se les explica señalando de nuevo las manecillas del reloj diciendo claramente dónde estarán cuando les queden cinco minutos. También podemos poner una alarma que les suene, que suele ser muy efectiva porque les saca de su ensimismamiento.
Cuando suene esa alarma saben que tienen que acabar con lo que están haciendo porque la consola se guardará hasta el día siguiente: si lo hacen de manera correcta, al día siguiente podrán volver a jugar y durante el fin de semana tendrán una hora extra, si no cumplen con la norma, al día siguiente no tendrán consola y el fin de semana tendrán una hora menos (o la consecuencia que en cada casa se haya acordado).
21:00 – A esta hora se cena, una cena saludable y en la que está prohibido usar dispositivos. Aprovechamos para comentar nuestras cosas o hablar sobre proyectos o cosas que nos interesen.
21:00 a 22:00 – Veremos una serie, se sentarán a leer o a dibujar pero no se vuelve a usar el móvil. Es recomendable ir a dormir en torno a las 22:00 o 22:30.
No se llevan móviles, tablet, ordenadores, consolas a la habituación. Si hay tele en la televisión de nuestros hijos/as es un buen momento para decidir quitarla.
Los viernes podemos ser más flexibles respecto al horario de sueño, aunque es recomendable que hagan algunos deberes para no sobrecargar el fin de semana.