TRASTORNOS DISRUPTIVOS, DEL CONTROL DE LOS IMPULSOS Y DE LA CONDUCTA:
“Mi hija/o no es malo, pero es que no piensa las cosas. No respeta las normas, no controla las voces que nos da, incluso a veces nos da bocados y nos pega. Luego llora mucho porque dice que no sabe qué le pasa y que su cuerpo es más rápido que él. En el colegio nos mandan notas en la agenda todos los días de que nuestro hijo/a es imposible, que siempre está metido en algún jaleo y molesta a todo el mundo. En casa ya no sabemos que hacer, a veces me da hasta miedo”. Los padres sabemos de manera intuitiva en muchas ocasiones cuando está fallando algo en nuestros hijos/as que va a ser peligroso para él mismo y para los demás. Vemos cómo nuestros intentos fracasan y cómo nuestros hijos “parece que se nos van de las manos”. No se nos van, es que aún no sabemos cómo hacerlo. Tener Trastorno de Conducta es tener una energía desbordante que no saben cómo manejar. ¿Les enseñamos?
Estos trastornos se manifiestan con problemas en el autocontrol del comportamiento y las emociones diferenciándose de otros trastornos que podrían ser similares en que en éstos, los comportamientos se traducen en conductas que violan los derechos de los demás o llevan al individuo a conflictos importantes frente a las normas de las sociedad o las figuras de autoridad.
En este grupo encontramos estos trastornos: Trastorno Negativista Desafiante, Trastornos Explosivo Intermitente, Trastorno de Conducta, Trastornos de la Personalidad Antisocial (Piromanía, Cleptomanía), Otros no clasificados.