Retraso en el lenguaje:

Es un retraso en la aparición o en el desarrollo de todos los niveles del lenguaje (fonológico, morfosintáctico,
semántico y pragmático), que afecta sobre todo a la expresión y, en menor medida, a la comprensión, sin que esto se deba a un trastorno generalizado del desarrollo, ni a déficit auditivo u otros trastornos.

Disfemia y otros trastornos de
la fluidez verbal:

Trastorno del habla (no un trastorno del lenguaje) que se caracteriza por interrupciones de la fluidez del habla, bloqueos o espasmos, que se acompañan normalmente de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés. Estas disfluencias o bloqueos son la expresión visible de la interacción de determinados factores orgánicos, psicológicos y sociales.

Dislalias:

Dificultad para la producción o articulación de uno o varios fonemas en niños o niñas mayores de 4 años sin que existan trastornos en el sistema nervioso central ni en el periférico. Tampoco se observan deformaciones anatómicas o fisiológicas en los órganos  articulatorios. Es un trastorno del aprendizaje que debe ser tratado de forma temprana para evitar que pueda derivar en un bajo rendimiento académico.

Dislexia:

Hace referencia a la dificultad, el inconveniente, o problema para memorizar o distinguir las letras o conjunto de ellas, mala estructuración de frases, falta de orden y ritmo en la colocación, entre otros que se manifiesta tanto en la lectura como en la escritura.

Disortografía:

Trastorno específico de la escritura. El niño comete errores en la escritura, sobre todo faltas ortográficas, pero no tiene dificultades de lectura. Para no confundirlo con errores de escritura, es importante aclarar que este trastorno se manifiesta como una particular dificultad para realizar correctamente la escritura. La disortografía se puede detectar a través de los escritos del niño.

Disgrafía:

Trastorno que afecta principalmente a la escritura de una persona, puede llevar a que una persona tenga mala ortografía, mala caligrafía e incluso que no pueda llevar sus pensamientos a escritos.
Existen varios tipos: disgrafía fonológica, disgrafía superficial, disgrafía motriz, disgrafía semántica.

Daño cerebral adquirido (Afasia,
Disartria, Disfagia):

El daño cerebral adquirido (DCA) es una lesión que se
produce de forma súbita en las estructuras cerebrales. Puede estar causado por una enfermedad (ictus, tumor cerebral, infección cerebral…) o por un traumatismo craneoencefálico (motivado por un accidente de tráfico, laboral, un golpe, una caída…).

Pérdida auditiva (infantil y adultos).
Implantes cocleares, audífonos o implante osteointegrado.

La hipoacusia es la pérdida parcial de la capacidad de oír. Esta pérdida puede ser desde leve hasta profunda y
puede provocar que la persona no pueda oír parte de la señal del habla, lo que hace que esta deje de ser inteligible y dificulta la comunicación. Aunque una pérdida auditiva se puede dar en un solo oído (pérdida unilateral), lo más habitual es tener los dos oídos afectados en mayor o menor grado (pérdida bilateral). Lo más recomendable es llevar un audífono cuando la pérdida es unilateral y dos audífonos cuando la pérdida es bilateral.

Disfagia:

(ACV, Esclerosis Múltiple, Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), Parkinson y Alzheimer) La dificultad para tragar (disfagia) significa que el proceso de mover los alimentos o los líquidos de la boca al estómago requiere más tiempo y esfuerzo. La disfagia también puede estar asociada a dolor. En algunos casos, puede ser imposible tragar. La disfagia puede ocurrir a cualquier edad, pero es más frecuente en adultos mayores. Las causas de los problemas para tragar varían, y el tratamiento depende de la causa.

Otros aspectos que se trabajan:

  • Funciones orales no verbales.
  • Patrones respiratorios correctos.
  • Sistemas alternativos/aumentativos de comunicación (SAAC).
  • Trastorno específico del lenguaje (TEL).
  • Trastornos de la escritura o lectura.
  • Trastorno del lenguaje relacionados con el Espectro Autista (TEA).

Uso del Sistema VitalStim® Therapy:

El Sistema de VitalStim® es una terapia no invasiva y no dolorosa para el tratamiento de la disfagia, obtenida por estimulación eléctrica externa que es aplicada en la cara anterior del cuello.